Seguimos con recetas para corredores y deportistas. En este caso hoy toca un clásico: la tortilla de patatas. No es un plato para tomar todos los días pero por su combinación de proteínas e hidratos de carbono, es interesante para los días en los que nos hemos pegado un tute considerable. A mí me gusta como "recuperador" para los días fuertes de series largas. Y además está buenísima, qué más se puede pedir!
Ingredientes (2-3 personas)
- Un par de patatas de tamaño medio
- Una cebolla grande
- 4 huevos (de corral si es posible)
- Un poco de aceite
- Sal
Para empezar cortamos con cuidado las patatas en daditos y la cebolla muy finita. A la vez ponemos una sartén con aceite (con cubrir el fondo bastará) a calentar en el fuego.
Con el aceite caliente, bajamos un poco el fuego y tras echar sal al gusto, echamos las patatas para que se empiecen a hacer.
Como la cebolla tarda menos en cocinarse que la patata, esperaremos un poco a que la patata se haga un poco antes de añadir la cebolla (es importante dar vueltas a la patata para que se haga por igual y sobre todo no se pegue al fondo de la sartén, si vemos que esto nos sucede quizás haga falta echar un poquito más de aceite).
Mientras tanto, podemos ir cascando y batiendo los huevos:
Cuando la patata tenga este aspecto, podemos retirar del fuego y mezclar con el huevo batido en el plato:
Echamos la mezcla con cuidado en la sartén y tras un minuto aproximadamente, llega el único momento delicado de la receta para los no muy duchos en artes culinarias como yo, el dar la vuelta a la tortilla. Yo lo hago con un vuelca-tortillas que hace que el peligro de liarla parda disminuya.
El resultado final debería ser algo así:
¡Buen provecho!
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