Hoy os voy a contar la receta de uno de mis platos favoritos: el risotto. Es un plato con un buen contenido en hidratos de carbono (aunque un tanto calórico) ideal para salir de la rutina de pasta y más pasta que solemos llevar los corredores.
La receta que os presento admite variaciones como por ejemplo utilizar arroz integral o bien añadirle al arroz setas o algo parecido. Yo soy un fundamentalista, así que me lo como tal cual sin más aderezos.
Ingredientes (2 personas)
-1 litro de caldo de pollo
-2 tazas de arroz blanco redondo
- un poco de sal
-2 cucharadas de aceite de oliva
-75 gr. de queso parmesano en polvo
-1/2 vaso de vino blanco
La receta es bastante sencilla:
- Ponemos el caldo de pollo en una cazuela o similar a calentar.
- Pelamos la cebolla y la cortamos en trocitos pequeños.
- Ponemos las dos cucharadas de aceite en una cazuela/sartén con bastante fondo y de unos 26-28 cm de diámetro. Cuando el aceite esté caliente, echar la cebolla picada y un poquito de sal.
Doramos la cebolla hasta que esté transparente.
-Agregamos el arroz y dejamos que rehogue unos dos minutos. Pasado ese tiempo, echamos el vino blanco y removemos hasta que el arroz haya absorbido el líquido.
- En ese punto ya podemos echar el caldo de pollo. Es importante que esté caliente para evitar que haya mucho contraste de temperaturas entre el arroz y el caldo. Si se usa caldo de pollo bajo en sal, podemo rectificar ésta lo que sea necesario una vez se haya echado el caldo de pollo.
A mí me gusta echar dos terceras partes de caldo y poner el fuego bajito, tapar la cacerola y vigilar cómo se va absorbiendo/evaporando el caldo. Cuando ves que empieza a escasear echo el tercio restante y vigilo.
- El arroz tarda en hacerse unos 30 minutos, aunque todo depende del fuego y del tipo de arroz. Cuando el arroz se haya ablandado y el caldo esté empezando a escasear, apagamos el fuego, echamos el parmesano, removemos un poco arroz con el queso, lo dejamos enfriar un poco y ya podemos servir.
¡Buen provecho!
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